Las operaciones con divisas son similares a las operaciones con acciones o futuros, con la diferencia de que cuando se opera con divisas se compra o vende una divisa contra otra y no se recibe la entrega de la divisa subyacente. Una de las principales ventajas del mercado de divisas frente a otros instrumentos financieros es que se pueden negociar lotes relativamente pequeños, de hasta 1.000 unidades (un microlote). Por lo general, las divisas también implican un apalancamiento que, en algunos casos, puede llegar a ser de 1:500, lo que es muy diferente a la negociación de acciones, en la que no hay apalancamiento.